sábado, abril 21, 2007

TaRdE dE cAfE...

El martes pasado confieso que estaba como down, porque estoy enfrascada en algo que no debería y fui con una de mis mejores amigas a tomar un café, ya que elegimos un lugar bastante concurrido compramos el café. Enfrente hay un parque en donde nos sentamos a platicar nuestras penas. En resumidas cuentas llegamos a que después de casi 10 años de conocernos, ya hemos entrado en la edad complicada, pero eso no era lo más dramático, si no que las cosas son diferentes al plan que alguna vez estuvo entre nuestros pensamientos del futuro. En nuestras buenas épocas fuimos de esa gente que hacia lo que quería, solíamos salirnos de clases a desayunar o tomar café, siempre había algún lugar que conocer de noche, compartimos muchas anécdotas, borracheras, viajes, café en donde analizar el mundo, llantos, amores, locuras, secretos. Yo confieso que la vida se me volvió más tranquila, ya no suelo ir de antro cada fin, ni tomo alcohol para quitar la sed, soy algo adicta al trabajo, me desestrezo apostando en maquinas electrónicas de apuesta, soy una compradora compulsiva y muchas otras cosas más. Ella en cambio si siguió el desmadre, es súper antrera, de hecho es la persona más aguantadora que conozco. Yo días antes había entrado en esas crisis de que quizás el hecho de entrar al final de los veintitantos me había vuelto aburrida y aparte de todo estoy enfrascada en cosas que sentimentalmente y mentalmente no van bien. Ella que podría ser la otra parte que no es aburrida esta en una situación sumamente parecida Pero ese café dio con el punto, el problema es que nos sentimos SOLAS. No se porque otra gente fácilmente puede comenzar relaciones buenas y felices y nosotras no. tenemos amigos, diversión y todo pero en algún punto de nuestra propia historia nos perdimos. Comenzamos a buscar relaciones que no llevan a ningún lado. Nos da miedo ser felices de nuevo, no lo se. El punto es que tenemos que volver a la raíz del problema, terminar con lo que hoy nos atormenta que no nos llevara a nada y empezar nuevas cosas, bajo nuevos esquemas. Tengo fe en que aun existe alguien para nosotras...